Los países y las ciudades de Latinoamérica han entrado en una senda de reducción de desigualdades. Sin embargo, las brechas que separan pobres de ricos siguen siendo las más elevadas del mundo. Este libro examina las desigualdades en el ingreso y el consumo en una amplia muestra de 300 ciudades sobre un periodo de 20 años (1990-2010). El estudio compara las tendencias en la evolución de las desigualdades, y analiza los factores que las han creado y reproducido a lo largo del tiempo. Así mismo, señala las relaciones existentes entre desigualdades y otras dimensiones del desarrollo. Esta publicación concluye con recomendaciones de políticas públicas que las autoridades locales y otros niveles de gobierno pueden implementar para la construcción de ciudades más equitativas.